lunes, diciembre 08, 2008




¨vos podes darme días que tengan tus canciones¨








El mar se siente lejos, aunque la bruma todavía enceguece mi vista. La tormenta amenaza desde su simple debilidad, a pesar de que su enorme puesta en escena puede asustar al mas desprevenido de los amantes de ventana. Miro el fondo del vaso y me encuentro con la misma cara de siempre, borrosa entre los restos de algo que tomo hace mucho sin saber porque me hace bien o mal. Suspiro y vuelvo a tipear. Se me entrecruzan las palabras, se enroscan en mis dedos y no quieren salir a verla, no se animan, me bloqueo y me dan ganas de gritar, me siento atragantado, atravezado por mil sentimientos que mueren en el mismo instante en que intento sentarme a escribir.
Giro el vaso, buscando inútilmente juntar un ultimo sorbo. Refusila.
Toda la tarde, desde tu ultimo mensaje (único) no pude dejar de pensar. ¨no hay que dejar de sonreír nunca¨, todavía saboreo cada palabra como también tus besos, esos que de a poco se deshacen entre los labios estrechos y la madrugada latente, que marcaron un horizonte del cual no me quiero bajar. Pierdo el hilo. Constantemente lo pierdo porque tampoco se si tengo tan clara las cosas. solo quiero dejarme abrazar por el mar, por el viento y por tu brazos, por tus sonrisas que se adueñan del aire, del espacio y del sonido, lo dominan y lo revientan, llevan a nuevas sensaciones indescriptibles y simples a la vez. No me quiero olvidar del gesto de despedida, de cuantas veces me gustaría volverte a escuchar, de criticarte y morirme en un pantano de vergüenzas cuando estas en frente a mi.
Mañana va a volver a salir el sol y los consejos no son alentadores. igual necesitaba escribir esto, necesitaba gritarlo, necesitaba sacármelo y no es que sea reiterativo, pero las nauseas por las palabras encerradas dentro mio no podía soportarlas, se revolvian cada vez más, se mezclaban y confundían en un barrial lleno de flores de loto.









.·*

2 Comentarios:

Blogger Rosalba Inés dijo...

me tropecé y caí al pie de página cuando dieron las 1:12 a.m

2:15 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

y después de la tormenta, queda tal vez un sabor amargo en la boca, la espalda más liviana y un no se que tal vez porque las palabras lleguen. Adonde?(solo el autor lo sabe) Para el resto queda un bello texto donde muchos se ven reflejados(alguna vez en el tiempo, perdidos más allá)
Siempre es buen momento, cuando se quiere volver(a la escritura)(a la soñadora no me incumbe)
gaby

1:47 p. m.  

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